Cirugías reconstructivas cuestan G. 100 millones

El saldo de traumatismos por manipulación de petardos que dejó el feriado de Navidad afectó a 10 personas, de las cuales 7 son niños. Dos casos son graves, con pérdida de dedos, cuyas cirugías de reconstrucción demandarán al Estado más de G. 100 millones para cada uno.

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El número de niños que sufrieron traumatismos por explosión de petardos desde la víspera de Navidad es de siete, y lo más grave es que llegaron al Hospital de Trauma pequeños de apenas 3 años. El caso más grave consiste en una amputación traumática y herida desgarrante en el pulgar, el segundo dedo y el dedo medio. Inexplicablemente, el niño estaba manipulando una bomba de estruendo 12 x 1.

“Una lesión por petardo, la más mínima que sea, cuesta G. 10.000.000, y en el caso de los pacientes más graves sus cirugías demandarán al Estado más de G. 100 millones cada uno”, dijo el director del Hospital de Trauma, doctor Aníbal Filártiga.

Por su parte, el doctor Jesús Marín Cárdenas, jefe del Servicio de Cirugía de Manos del nosocomio, señaló que lo primero que se hace es salvar la vida, luego salvar el miembro y posteriormente salvar la función de la mano. “Esa es la misión de los cirujanos, para que los adultos afectados puedan volver a trabajar y los niños puedan ir a la escuela”, apuntó.

Las edades de los niños que sufrieron traumatismos por petardos son dos pacientes de 3 años, uno de seis años, dos de 8 años, uno de 15 años y tres adultos de 22, 29 y 56 años. Todos llegaron al hospital por traumatismos producidos por manipular petardos. Los pacientes más graves que siguen internados son el adulto de 22 años proveniente de Villarrica, y una criatura de 3 años.

Lastimosamente, pese a las recomendaciones que se hicieron, aumentaron los casos de traumas por petardos.

En esta época la cantidad registrada el año pasado fue de 7, y antes de que finalice el año ya se superó esa cifra a 10 afectados, indicaron los doctores.

“Es lamentable ver a criaturas y adultos perder los dedos, pero el problema no termina allí. Esa herida va a cicatrizar pero después de pasar por varias cirugías, por lo cual el problema se trasladará a las familias de las personas amputadas, ya que en el caso de los niños deben volver a aprender a escribir sin dedos y el adulto va a enfrentar un grave problema en el trabajo. No nos vamos a cansar de advertir sobre el daño que produce la manipulación de petardos”, agregó el doctor Marín.

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