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Durante todo el año artesanos y comerciantes aguardan la llegada de las festividades marianas. Existen rubros tradicionales, como la venta de imágenes de la Virgen o las botellas de plástico para el agua bendita, pero además los comerciantes sorprenden todos los años con novedosos artículos.
Silvina Silguero, quien tiene su puesto de venta a una cuadra de la Basílica, explicó que están trabajando con muchas esperanzas preparando los “Caacupé poty”.
Explicó que la manutención de su familia, al igual que muchas familias de la zona, depende de las ganancias que se puedan generar durante estas fechas.
Los artesanos se ingenian para crear pequeñas capillas, cuadros, colgantes o imanes. Los elementos más utilizados son las piedras de arroyo, botellas de plástico y focos en desuso. Aquí se pueden encontrar artículos desde G. 3.000 a G. 250.000, dependiendo del tamaño y los materiales.
Pero las más vendidas y apreciadas son las imágenes de la Milagrosa que vienen en diferentes tamaños y ataviadas con sus vestimentas y ornamentos. Se pueden encontrar a partir de G. 5.000 hasta G. 250.000.
Vestir a la imagen y colocar sus cabellos lleva un promedio de 2 a 6 horas, dependiendo del tamaño.
Otro “boom” son los termos forrados en cuero, que tienen las fotos de la Virgen y del papa Francisco. Se pueden adquirir desde G. 100.000 hasta G. 250.000.
Para los artesanos es un trabajo muy gratificante, porque se conoce a mucha gente y todos valoran mucho sus obras.
En la “capital espiritual” hay mucha expectativa en torno a las festividades marianas, consideradas la más importante del país.
Carlos Flores, quien tiene su puesto de venta de souvenirs a un costado de la Basílica, manifestó que las ventas ya han aumentado notablemente y esperan que este movimiento siga en constante aumento.