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El gerente de la empresa Vanguardia, Aufredi Paredes, había señalado semanas atrás que repondrá a los tres sindicalistas solo si recibe una orden judicial.
La notificación recibió el 3 de setiembre, por lo que ya pueden trabajar otra vez Óscar García, Félix Agüero y Sergio Cardozo. Estos son miembros, con fuero laboral, del sindicato de obreros.
Una reunión tripartita comenzó ayer a las 15:00 y terminó a las 20:30. Se hizo en el Viceministerio del Trabajo, sito en Herrera y Paraguarí. El ambiente fue de mucha tensión, pues sindicalistas de la línea y de otros gremios forzaron la barrera de la policía para meter en el recinto de negociación a uno de los líderes de la huelga. Se trata de Juan Villalba, presidente de la Federación Paraguaya de Transporte.
El mismo entró al local del Ministerio “crucificado”. Lo admitió la directora del Trabajo, Gloria Cañete.
Solo seis y nada más...
Paredes aseguró ayer que la empresa Vanguardia sigue con su política aperturista, ya que acepta la reposición de tres obreros sin fuero y sin estabilidad laboral (no tienen diez años en la línea).
Los choferes pidieron a la línea recontratar a siete de ocho despedidos, pero Paredes no aceptó. Por ello, el diálogo se cerró de nuevo.
El gerente dijo que la línea repondrá a seis, ya que es un mandado del directorio de la empresa. No cederán ante la presión de los huelguistas y de los crucificados, que calificó de chantaje, ya que este caso está judicializado.
El juez Enrique Sanabria llamó a las partes para el 2 de octubre, para una reconciliación y para la recepción de las pruebas.
Vandalismo y perjuicio
Paredes denunció ayer en la fiscalía de Luque que los choferes que acompañaban a los “crucificados” rompieron los parabrisas de 25 ómnibus. Estos choferes fueron traídos por sus compañeros en carretas y depositados frente al Ministerio. El gerente destacó que, a pesar de este vandalismo, la firma está abierta al diálogo.
En cambio, Villalba dio a entender que la empresa contrató a gente para cometer los desmanes y así culpar a los choferes. Lo dijo ante el antecedente que tiene Paredes. Este fue detenido el 30 de julio, ya que supuestamente amenazó a los gremialistas con armas y “hondita”.
La huelga comenzó el 24 de julio. El 8 de agosto arrancó la “huelga de hambre” de cinco choferes. Hasta ayer seis son los crucificados. Los obreros permitieron que sus colegas le coloquen clavos en la parte menos peligrosa de la palma de la mano. En la reunión también participó el defensor adjunto Édgar Villalba. El presidente de la CUT-A, Bernardo Rojas; de la CNT, Juan Torales, y otros apoyan la medida de fuerza de los choferes.