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En agosto pasado, un funcionario de la Dirección de Vigilancia fue golpeado con un palo hasta sangrar por un comerciante del Mercado 4 durante un procedimiento de requisación de tragamonedas. A raíz de ello, una minuta del concejal Augusto Wagner (PLRA) solicitó la elaboración de una ordenanza que imponga castigos “más duros”.
Uno de los artículos dictará que una vez requisadas, las máquinas ya no sean devueltas, sino que, de ser posible, sean destruidas. Además, pide que a los locales se les cancele la patente comercial.
Luego de su estudio en comisión, el dictamen para solicitar la elaboración de la ordenanza fue aprobada por la Junta ayer y derivada a Intendencia.