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Las calles y avenidas de nuestra capital están intransitables. Céntricas o periféricas, las arterias presentan profundos pozos, hundimientos, baches (pérdida superficial de la carpeta asfáltica) y ondulaciones.
Si bien la mayoría reconoce que se trata de un problema heredado de la administración Samaniego, la gente demanda a la nueva administración que lo solucione. La situación afecta los vehículos y al de por sí caótico tránsito capitalino, pues a fin de no dañar sus automóviles los conductores circulan a baja velocidad o realizando maniobras.
Sumando los diferentes inconvenientes viales, los conductores que circulan por Asunción deben sortear un total de 2.759 baches, roturas de calles, hundimientos y ondulaciones.
Las cifras fueron dadas a conocer por el intendente capitalino Mario Ferreiro. “Es muy importante que se mejore el estado de las calles. Hay 3.000 puntos que hay que bachear desde ahora”, apuntó.
Reparar a la noche
Respecto a la posibilidad de realizar las reparaciones viales en horas de la noche, señaló que sería triplicar el costo de estas intervenciones, lo que no es sostenible.
Puntualizó que el plan de emergencia vial llevaría 4 meses de trabajo, dependiendo del comportamiento del clima. Dijo que la inversión prevista para esta tarea ronda los 4 a 5 millones de dólares.
Añadió que la tarea puede llevar 5 años si se quiere cambiar la forma de construir las calles en Asunción y que para esto resultan vitales las obras complementarias que hacen a los desagües pluviales, ya que un 80% de la ciudad no tiene el servicio, así como el cambio de los caños de desagüe cloacal, que es responsabilidad de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap).
Ayer, una cuadrilla de Vialidad realizó la reparación de la calle Tarumá casi Incas, en el barrio Nazareth.