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La medida es considerada como de censura previa, coartadora de la libre expresión de directores y jefes de Clínicas y de la Facultad.
El argumento del interventor, Ing. César Duarte Fiorio, es que la decisión busca unificar las informaciones para “resguardar la buena imagen de la Institución” y también responde a la necesidad de que el interventor esté enterado “de los acontecimientos”.
En esta facultad existen denuncias de malos manejos administrativos y abusos en la parte académica por parte de algunos profesores cuya salida reclaman los estudiantes.
En la oficina del Departamento de Comunicación no había una sola persona que pudiera dar una versión más ampliada sobre esta medida.