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El padre Diógenes González, párroco del santuario, explicó que los primeros salesianos que llegaron al Paraguay el 23 de julio 1896, se instalaron en el actual hospital militar y trajeron la imagen de María Auxiliadora, que rápidamente inculcaron a la población, que la aceptó con generosidad porque el paraguayo es matriarcal; siempre clama a la mamá, pregunta por ella; hay muchas madres-papás. “Es decir, que el amor a la madre es mucho más en Paraguay que en otra parte del mundo, y es consecuencia de las guerras, donde los hijos quedaron más al cuidado de las madres. El paraguayo es mamitis”, remarcó.
Según el sacerdote, esa es la razón por la que cada 8 de diciembre la gente va masivamente a Caacupé y el 24 de mayo llega al santuario de María Auxiliadora. “Aquí los devotos encuentran paz, tranquilidad. Quieren estar cerca de la madre, rezarle y pedirle protección a su familia”, remarcó.
La parroquia estableció la celebración de 14 misas desde las 5:00 hasta las 20:45. Cada una de las ceremonias litúrgicas será dedicada a los movimientos, instituciones educativas y asociaciones salesianas, cuyos representantes participarán de las mismas.
Procesión náutica
Los actos continuarán el sábado con la procesión náutica. Ese día, la carroza saldrá a las 14:00 de su santuario y se dirigirá hasta el Deportivo Sajonia, luego comenzará la travesía por el río para arribar a las 15:30 a la Playa Montevideo. De ahí partirá la procesión de vehículos hasta el santuario, donde a las 19:00 se oficiará la misa.
Clausura el domingo
El domingo 27, clausura del Mes de María Auxiliadora, los actos comenzarán a las 15:00 con la tradicional procesión de fieles por las calles adyacentes al santuario. Luego se tendrá la misa que será presidida por el arzobispo coadjutor Mons. Edmundo Valenzuela.
Creencia revela intervenciones milagrosas
En el año 1030, en Ucrania (sur de Rusia), los creyentes proclamaron que la Virgen es “Auxiliadora de los cristianos”, porque les libró milagrosamente de la invasión temible de la tribu de los salvajes pequeneques.
En 1571, el papa Pío V mandó poner en las letanías esta oración: “María Auxiliadora de los cristianos, rogad por nosotros”, en acción de gracias porque en la batalla de Lepanto, la Virgen María concedió una maravillosa victoria a los católicos contra los enemigos de la religión.
En el año 1683, más de 50.000 mahometanos rodearon la ciudad católica de Viena para destruirla. Los católicos rezaron a María Auxiliadora, y derrotaron a los enemigos de la religión. En 1814, el papa Pío VII, estando en poder de Napoleón, prometió a la Virgen que si lo liberaba, declararía su fiesta cuando llegue libre a Roma. Napoleón fue derrotado y el Pontífice llegó libre a Roma el 24 de mayo.