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“La investigación continúa”, es la respuesta que dan tanto de la Superintendencia de Salud (SupSalud) y en el Ministerio de Salud Pública con relación al contagio de pacientes del IPS y de la citada cartera de Estado con hepatitis C.
Argumentan que las pesquisas no solo abarcan a los establecimientos sanitarios que contagiaron a los pacientes debido a la posible reutilización de materiales de hemodiálisis, sino a los 25 que operan en el mercado.
A dos meses de saltar a la opinión pública el grave caso de una treintena de personas que fueron infectadas no hubo ni un sancionado. Al contrario, los establecimientos continúan, atendiendo a los pacientes sin inconvenientes. Según el doctor Domingo Mendoza, superintendente de Salud, en los establecimientos se tomaron medidas para aislar a los pacientes que tienen la hepatitis C a fin de evitar nuevos contagios.
La investigación del Ministerio de Salud Pública comenzó de forma tardía, teniendo en cuenta que ya a principios de año se habían detectado los primeros casos. SubSalup abrió su investigación recién en julio, cuando salió a la luz pública.
Hasta la semana pasada, los pacientes infectados y sus familiares se estaban quejando ante la prensa de la falta de atención y provisión de medicamentos por parte de las instituciones públicas, así como habían prometido.
Uno de los establecimientos acusados de negligencia médica es el Consorcio Renal, propiedad del doctor Marcos Dávalos Flores. También fueron denunciados el Hospital del Corazón, regenteado por la doctora Carmen Skell, y el Centro de Enfermedades Renales (Cersa), por el doctor Silvio Franco.