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Agosto es un mes en que hay que prevenirse de los males, que según la creencia quieren “aporrear” al organismo humano. Muchos creen que, a esta altura del año, uno se debilita y que la solución al bajón anímico es el carrulim, una bebida a base de caña, ruda y limón.
“El carrulim proteje de las enfermedades, purifica la sangre y espanta los malos espíritus que vienen con el viento norte”, dice doña Simeona Acosta, una vendedora de 60 años del Mercado 4 y que hace 40 años se dedica a la preparación del producto. Naturalmente que su explicación es basada en la tradición y las costumbres, pero está convencida de que el brebaje es la solución y que recompone el organismo.
Sin dudas, ña Simeona hizo ayer su agosto con esta creencia. En su puesto ofertaba las últimas botellitas, de las 400 que preparó para la comercialización. Cada una costaba 10.000 guaraníes, pero a los amigos, ya “liquidaba” a 5.000.
La vendedora dijo que el producto que vende es el tradicional carrulim, porque otros ya mezclan y utilizan más ingredientes como el guaviramí y la miel de abeja para darle un sabor dulzón.
Según la costumbre, el 1 de agosto se debe tomar siete tragos y un trago durante los posteriores días del mes. Pero ayer también se debía tomar el tereré con las tradicionales siete hierbas (pyno’i, ka’apiky, agosto poty, verbena, taropé, kapi’ikatî y Santa Lucía) para completar y fortalecer la coraza del organismo, según dicen los crédulos de estas creencias.
Festival del Pohã Ñana
Ayer el Mercado 4 estuvo de fiesta, porque el Paseo de los Yuyos, ayer celebraron el Día del Pohã Ñana, una fecha establecía para valorar las hierbas que en gran medida consumen los paraguayos para protegerse o curarse naturalmente de las enfermedades.
Sobre la calle Mayor Fleitas en la víspera hubo un festival musical organizado por la comisión de vendedores de hierbas medicinales.