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El encuentro entre el enviado del Vaticano y los obispos que integran el clero paraguayo se realizó ayer en la tarde en el Salón “Benedicto XIV” del Seminario Metropolitano.
En la ocasión brindó una conferencia magistral sobre las cuatro condiciones o virtudes heroicas que debe cumplir una persona para llegar a la beatificación y los pasos que debe seguir a partir de ahora la Iglesia para el proceso de canonización de “Chiquitunga”.
Entre ellos hizo referencia en que la persona debe ser atestiguada por los fieles, es decir, su intercesión para un milagro debe ser demostrada y el fervor de la gente debe mantenerse en la historia por varias décadas.
Entre otro de los requisitos está la teología y citando a “Chiquitunga” sostuvo que ella tuvo la mirada de Dios.
“Ella fue misericordiosa, buena y fiel como lo fue nuestro Dios”, resaltó el cardenal Amato sobre las virtudes de la futura beata paraguaya.
Cómo último pasó para la beatificación se encuentra también la aprobación del Sumo Pontífice.
El cardenal aclaró que la beatificación consiste en la introducción del nombre de la persona a la Iglesia de su país, en el caso de “Chiquitunga” en las del Paraguay.
“Si se demuestran más milagros, esta puede ser canonizada y allí se eleva a santa. En esta instancia, su nombre es introducido a todas las iglesias del mundo”, detalló.
María Felicia Guggiari Echeverría, más conocida popularmente como “Chiquitunga”, nació en Villarrica en el año 1925. Cuando ingresó a la Orden de las Carmelitas Descalzas adoptó el nombre de María Felicia de Jesús Sacramentado. Falleció en 1959 a los 34 años, víctima de la hepatitis.
La ceremonia de beatificación se realizará hoy en la Olla de Cerro Porteño, sobre el gigantesco retablo con la imagen de la beata elaborado con unos 70.000 rosarios que fueron donados por fieles de todo el país.