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Este acto es muy tradicional en muchos países del mundo donde la orden religiosa está presente.
También en Paraguay se realiza sistemáticamente desde el año 2000, dentro de los festejos del santo patrono de los capuchinos, San Leopoldo Mandic, que se celebra el 12 de mayo. Esta será la 13ª bendición anual de vehículos, que ya se torna popular. El año pasado fueron bendecidos más de 4.000 vehículos, y la expectativa es que continúe creciendo la cantidad este año.
Las bendiciones, en primer lugar, son una acción de gracias a Dios por todo lo que él da, en este caso, los vehículos que facilitan nuestras vidas. En segundo lugar son un pedido de protección divina, para que con la ayuda de Dios y nuestro manejo responsable se eviten accidentes y otros inconvenientes. Son también una oportunidad de reconocer desde la fe, que los cristianos están llamados al respeto de las reglas de tránsito y a un manejo prudente y responsable. Manejar irresponsablemente, poniendo en riesgo la vida de otros y la propia, es también un pecado.