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Del acto participaron concejales, altos funcionarios de la Comuna y líderes del Partido Liberal.
A una de las tres calles habilitadas la nombraron ingeniero Anki Boccia, en honor al dirigente liberal fallecido en 2015, y que se había destacado por su lucha por la democracia y la libertad bajo la dictadura stronista, señaló en su discurso el intendente.
Las otras dos calles llevan la denominación de Tte. Manuel Benítez y Tte. Nery Quevedo.
El espacio municipal se pudo recuperar mediante una demanda judicial promovida en 2009 por el Estado. En agosto de 2015, la jueza María Angélica Calvo declaró nulo el título del inmueble otorgado en 1980, con lo cual el espacio retornó al dominio municipal.
El intendente Ferreiro, además de agradecer a los concejales por apoyar la inversión, destacó la recuperación de unas vías de comunicación para un concurrido barrio que estaban coartadas por la ocurrencia de una persona, “imaginense lo simbólico que es esto, de poder liberar este espacio que siempre fue del pueblo y que estuvo sin embargo cercenado por años por caprichos personales, por esas duras noches de la dictadura que costó tanto a nuestro pueblo; o sea que además de un homenaje al amigo Anki Boccia, está también la recuperación de un espacio público que debe ser uno de los objetivos de este ejercicio municipal”, expresó.
También hablaron la viuda de Boccia, Celeste Amarilla, y la concejala Pepa Kostianosky (Partido Encuentro Nacional). Kostianosky mencionó que antes de colocar el nombre del ingeniero Boccia a una de las calles consultaron a los familiares si estaban de acuerdo y si le ponían el nombre o el apodo.
En la intersección de la calle Tte. Manuel Benítez y Anki Boccia se colocó una placa con un mensaje y el nombre del ingeniero Franklin Boccia.