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A pesar de los constantes pedidos de los vecinos que claman mejores calles, el intendente Heriberto Mármol ni se inmuta.
Las calles de barrio Central de Mariano Roque Alonso se encuentran en total abandono. La mayoría de las arterias no están ni siquiera empedradas. Las canaletas, llenas de desperdicios arrojados por los mismos vecinos, rebosan tras cada jornada de lluvia y hacen que el estado de las calles empeore y que se formen peligrosos cráteres.
Los pobladores que viven en las calles Tuyutí entre Céspedes y Concepción padecen las de Caín tras cada jornada de lluvia, pues el raudal que se forma es tan potente que se lleva todo por delante y deja pozos que destruyen los vehículos e impiden caminar.
En tanto que la calle Rancho, que conduce a la avenida Boquerón, prácticamente ya “desapareció”. Es una calle corta que lleva a la escuela “Otilia”.
“De milagro aún los estudiantes no se cayeron a los pozos de agua”, dijo una vecina que prefirió no identificarse al añadir que hace seis meses se encuentra así la zona, llena de maleza y alimañas.
Igualmente, otra zona en la cual los pobladores viven abandonados está en los alrededores del colegio Virgen del Rosario, en las calles Picuiba casi Transchaco, al costado del ex-Comando del Ejército, en donde piden empedrado desde hace muchos años.
En las calles Platanillo y Pozo Favorito, en el mismo corazón de la villa Conavi del barrio Central, hay un enorme basural al cual los pobladores temen porque está lleno de criaderos de mosquitos.
Intentamos hablar con el intendente Mármol para conocer su versión, pero este no respondió su celular.