Cargando...
Así como hay empresas privadas y vecinos que se interesan en hermosear sus barrios o sus calles, hay personas a quienes no les interesa vivir en un ambiente ordenado y agradable. La semana pasada publicamos la iniciativa privada que convirtió en un jardín un tramo del paseo central de Artigas, sin embargo esta realidad contrasta con el estado que se encuentra la avenida Bruno Guggiari, que comunica Asunción con Lambaré y viceversa.
Los propios vecinos se encargan de afear la avenida. En varios tramos se pueden observar basuras arrojadas en las veredas, mientras que en el paseo central depositan escombros, que muestran una patética y deprimente imagen cuando uno pasa por el lugar. A esta situación se suman los yuyales en varios tramos. Sobre el asfalto también están vehículos chatarras abandonados.
Pero Bruno Guggiari no solo es abandonada y castigada por sus vecinos, sino también por las autoridades municipales de Asunción y Lambaré.
En la parte que corresponde a Asunción, frente mismo al club Fernando de la Mora, el asfalto está deformado, no es uniforme e imposibilita el paso por el lugar.
En la esquina con Pirizal existe un semáforo, que cambia de color cada 30 segundos y en las horas pico generan tres a cuatro cuadras de cola de vehículos. Este desperfecto debe ser corregido por el municipio para evitar contratiempos a los automovilistas. Para colmo, en esa misma esquina –que ya pertenece a Lambaré– hay profundos baches que contribuyen a empeorar el caos en el tránsito.
Indudablemente que la parte más fea está en jurisdicción de Lambaré y las autoridades de este municipio deben preocuparse más y hacer presencia en el lugar para arreglar la arteria. También deberían sancionar con multas a los vecinos que arrojan sus escombros en el paseo central.
Los moradores deberían ser también conscientes de la situación y denunciar a aquellos que arrojan sus basuras en la vía pública.
Velar por la salubridad, la limpieza y buena convivencia debe ser responsabilidad de cada uno de los vecinos del lugar.