Aunque existen antecedentes más remotos, lo que hoy es el megaproyecto de la Franja Costera de Asunción tuvo su definición e impulso bajo la administración del entonces intendente municipal Pedro Bruno Guggiari.

Este fue quien continuó los trabajos de la avenida Costanera para convertir en un parque toda la zona ribereña, previo traslado de los ocupantes de la Chacarita al actual barrio Obrero, en Tacumbú. Los pobladores fueron trasladados y reubicados en inmuebles con sus respectivos títulos con varios beneficios sociales. Así cumplían el sueño de la casa propia y la ciudad podía desarrollar sus proyectos en la zona ribereña.

Setenta años después la Chacarita está abarrotada de viviendas precarias, la Costanera ocupada por casuchas y el proyecto de la Franja Costera aún no puede continuar por desavenencias políticas, en su mayor parte.

En este punto radica una de las lecciones que no se han aprendido de intendentes como Bruno Guggiari. Durante su administración -que comenzó en 1928- prosiguieron los trabajos del Panteón Nacional de los Héroes bajo la dirección del Arq. Tomás Romero Pereira, su jefe de Obras Públicas. "Siendo él liberal, tenía un director colorado, lo cual significa que no había prejuicio político y todo se trabajaba en unidad, porque era realmente democrático", afirma su hijo, el escultor Hermann Guggiari.

En los cinco años de gestión también realizó el trazado y arborización de varias avenidas de la ciudad, donde las especies todavía permanecen hasta hoy. Dio especial importancia a los temas ambientales y así convirtió el decadente cementerio del Mangrullo en el Parque Carlos Antonio López, amplió el Parque Caballero y el Jardín Botánico.

Bajo su administración Asunción floreció social y culturalmente. Inició los juegos florales en los que se realizaban concursos para simular la creatividad artística en poesía y artes plásticas. Dispuso además el vaso de leche obligatorio para los estudiantes.

Con la Guerra del Chaco, su principal proyecto, el de la Franja Costera, había quedado en suspenso y tras la muerte de Guggiari el 1 de setiembre de 1933 de una pulmonía -no existía entonces la penicilina- los pobladores de barrio Obrero vendieron sus casas a muchos militares -que tomaron el sector- y retornaron a la Chacarita.

Desde entonces nadie ha podido dar una solución integral para que Asunción vuelque su vida hacia el río.