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Por el barrio Mburucuyá, en las inmediaciones de la Ampande, existen cestos de basura que están repletos de bolsas de desperdicios. Los vecinos manifestaron que esta situación persiste desde el 25 de diciembre y que el olor, a más de 10 días, es prácticamente insoportable.
A ambos costados de las calles Dr. Camacho y Zubizarreta, perpendiculares a la avenida Santísima Trinidad, se pueden observar las bolsas que copan los cestos. Inclusive, algunos frentistas deben dejar su basura en la calle, ya que los recipientes se encuentran abarrotados.
Por esta situación atraviesan los vecinos del barrio Madame Lynch. En las calles Paul Harris, Tte. Martínez y Tte. Delgado, en varios tramos, se divisan cestos repletos de bolsas que no fueron recogidas desde el día de Navidad. El olor en estas calles es nauseabundo y los frentistas ya están cansados de la situación.
Los vecinos denunciaron ante la Comuna capitalina la irregularidad en el servicio de recolección, pero hasta el momento sus reclamos no tuvieron respuesta.
Los pobladores del barrio San Pablo, por su parte, viven entre bolsas de basura. Las calles Paraíso, Samu’û, Yvapovõ, Incienso, Concepción, entre otras, son depositarias de basura domiciliaria desde el pasado 25 de diciembre.
Respeto a recolección
La deficiencia en el servicio causa dolores de cabeza a cualquier contribuyente capitalino. Más aún cuando recibe la respuesta de la Dirección de Servicios Urbanos de la Municipalidad de Asunción que les solicita respetar los días y los turnos en que los recolectores de basura pasan por cada barrio.
La directora del servicio comunal, Stella Maris Azuaga, instó a la ciudadanía a respetar los días y exhortó a sacar los desechos solo poco antes del momento designado para la recolección.
El contribuyente capitalino sufre las consecuencias del mal servicio que presta la Municipalidad de Asunción que se ve reflejado en las bolsas de basura que inundan barrios capitalinos.
La única certeza es que todos los años se debe pagar por un servicio que se recibe a medias.