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La comitiva partió el martes 24 rumbo a Buenos Aires adonde llegó a la mañana siguiente, pese a las malas condiciones del bus: aire acondicionado sin funcionar y asientos en pésimo estado, según denunció Elsa Cabrera de Rojas, una de las madres de las bailarinas.
En la capital argentina compitieron en la primera parte del festival, pero luego debían participar del Concurso Internacional de Danza en San Carlos de Bariloche. Sin embargo, el grupo ni siquiera pudo salir de Buenos Aires, porque el colectivo de la empresa Gema Tours fue incautado por la Policía Caminera argentina. “Se hizo una inspección técnica vehicular, entre todos tuvimos que pagar 1.000 pesos para sacar el vehículo y nos dejaron en la calle toda una tarde”, dijo.
Desde allí, según indica la paraguaya, el viaje se convirtió en un “desastre total”. Debieron retornar y quedar fuera de la competencia artística. Anoche, se encontraban retenidos y en inspección por las autoridades paraguayas en la Aduana de Encarnación.
Un total de 62 personas viaja en el bus, entre niños, adultos y ancianos; provenientes de varios lugares.
Los pasajeros intentaron comunicarse con responsables de Gema Tours, sin tener una respuesta. Para el viaje, desembolsaron unos G. 2.000.000 cada uno, que incluía el costo del viaje, viáticos, paseos y cena, según afirman. “Nunca llegamos a Bariloche, ni a la mitad. Ellos propusieron compensar con otro tour en Buenos Aires. Vamos a intentar llegar a una mediación para que nos reembolsen la mitad de lo que abonamos, o si no llegaremos a otra instancia”, refiere.
El comité de bailarinas está integrado por Enya Rojas, Celeste Alcaraz, Andrea Báez, Liz Delgadillo, Adriana Muñoz, Dahiana Orué, Anahí Garcete, Leticia Veloso, Mauren Coronel y Nianza Santander, quienes viajaron acompañadas de algunas madres y de las profesoras Analía Bogado, directora de la institución y las profesoras de coreografía Carolina Sosa y Sandra Saldívar.
ABC Color intentó contactar con los responsables de la empresa de turismo Gema Tours, Gustavo Espínola y su señora, pero los teléfonos permanecían apagados.