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Cuatro mil sillas preparadas para participar de la conferencia de María Livia estuvieron ayer totalmente ocupadas. La conferencia de la mujer se realizó en el complejo Sausalito, ubicado sobre la calle San Salvador casi Venezuela, en cuyo interior estaba el mayor número de personas. En la calle se instalaron dos pantallas gigantes desde donde participó otra multitud.
Contrariamente, a otras celebraciones, en las que las animaciones previas son bulliciosas, en el Sausalito hubo músicas clásicas y de meditación. La presencia de María Livia estaba prevista para las 10:00, a esa hora, una animadora, pidió a los presentes apagar los celulares, y momentos después apareció entre la multitud la mujer que dice haber hablado con María.
Leyó el pasaje bíblico de la conversión de Zaqueo y luego empezó a relatar las visiones que tuvo y las apariciones de María a su persona.
Su historia empezó en 1990, cuando comienzan las apariciones de la Santísima Virgen en Salta. Relató que su vida fue muy simple, como ama de casa cumpliendo sus deberes y llevando una vida tranquila en su hogar con su esposo e hijos, hasta que la Virgen interrumpió en su ser. Fueron diálogos de amor y calidez. Dice que la Virgen le dijo: ¿Me recibes en tu casa? ¿Aceptas compartir tu hogar conmigo? Y su respuesta fue: “Madre, acepto. Ven y comparte todo mi hogar. Es tuyo, te pertenece a partir de hoy. Te lo entrego”.
Según su relato, ella nunca imaginó ver a la Virgen y tampoco lo pidió.
María Livia dijo a los presentes que el mensaje central de las apariciones son “Volver a amar el Divino Corazón Eucarístico de Jesús. Adorar perpetuamente en reparación al Corazón Eucarístico vivo y presente en la Sagrada Eucaristía y preparar a la Iglesia para la segunda venida de Jesús.
La mujer exhortó a los presentes que María pide que todos sus seguidores vuelvan al mensaje salvador de Dios. Agregó que durante su vida, luego de testimoniar la experiencia con María, reconoció que su misión era trabajar en su parroquia, por lo que exhortó a los presentes no abandonar a los párrocos, al contrario, exhortó a que sean ayudados.
Al término de su alocución, los presentes tuvieron la oportunidad de hacer preguntas a la visitante, quien profundizó su experiencia.
María Livia demostró que es mariana por excelencia. Utiliza un vocabulario optimista y por sobre todo, sencilla, hasta en su forma de vestir.