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En Asunción, los cementerios de la Recoleta, del Este y del Sur registraron poca cantidad de visitantes debido a la incesante lluvia. Pero hubo quienes no faltaron a la tradición, a pesar del clima.
En la fiesta de Todos los Santos es costumbre visitar a los difuntos y anotar intenciones para orar en las misas por los seres queridos fallecidos.
Los que no faltaron fueron las vendedoras, quienes estuvieron firmes en sus puestos para intentar vender toda la gran cantidad de flores y otros productos, como velas y paños de cruz, que prepararon para estos dos días.
Doña Brígida Rodas (67), una de las que se dedican a dicho rubro, dijo que hace 49 años trabaja en el mismo portón del cementerio Italiano. Allí ha visto evolucionar las tradiciones que acompañan estas fechas religiosas.
Hoy también se espera la visita al cementerio, en el marco del Día de los Difuntos. Esta es una celebración popular para orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal.
Teniendo en cuenta las intensas lluvias y la amenaza de dengue y chikunguña, se recomienda no utilizar floreros con agua, ya que se convierten en criaderos de mosquitos.