Cargando...
Ella no pidió un milagro a la futura santa. Pidió misericordia para el niño y sus padres que son sordomudos e insolventes.
La joven madre, Liz Marlene, de 22 años, ingresó de urgencia al Hospital Regional de San Pedro de Ycuamandyyú el 15 de agosto del año 2002. Según su historial clínico, Angel nació tras 10 meses de gestación y con múltiples complicaciones.
En la sala de partos se le practicaron todos los tratamientos, hasta el lavado gástrico y reanimación con masajes cardiacos y respiración boca a boca. No se le pudo asistir de inmediato con oxigenoterapia por problemas de balón. Se siguió con masajes cardiacos y compresiones toráxicas. Así se mantuvo la dramática situación de Angel por unos 10 minutos, hasta que por fin obtuvieron un balón de oxígeno que era utilizado en otro caso de urgencia en el quirófano y el recién nacido comenzó a registrar actividad cardiaca. Su respiración, sin embargo, recién comenzó a notarse después de unos 30 minutos de su nacimiento.
La Lic. Blanca Rosa Duarte, obstetra que asistió a la pareja y al recién nacido durante la dramática situación, no tiene duda de que fue un milagro. Relató que cuando ya humana y científicamente no se podía hacer nada, encomendó el caso a Chiquitunga. "Recé mucho a ella y lo hice con mucha fe porque nos sentíamos impotentes", sostuvo la profesional, quien está segura de haber sido escuchada. Hoy vive en una humilde vivienda de la comunidad de Nueva Germania con la abuela. Angel Ramón ya pronuncia sus primeras palabras como papá, mamá y agua.
Ella señala que se enteró de su proceso de canonización el 28 de abril de 2000 en ABC Color, y a partir de ahí, siempre recurrió a su protección en los momentos difíciles.