Arzobispo ordenó diáconos y clamó por una sociedad sin manipulación

Una sociedad sin extorsión ni manipulación ante la llegada de la Navidad, reclamó ayer el arzobispo coadjutor de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, en la misa que presidió en la Catedral Metropolitana, durante la cual ordenó cinco nuevos diáconos permanentes.

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Mucha gente, entre ellos familiares de los nuevos consagrados, participó de la celebración que tuvo lugar en el principal templo capitalino.

Los ordenados son: Eliseo Velázquez (45 años), Óscar Ferreira (50), Pedro Rafael Acosta (50), Ángel Miño (36) y Víctor Balbuena (45). Los mismos pertenecen a las parroquias San Baltasar, San Pablo Apóstol, San Cristóbal y Nuestra Señora del Rosario (Luque).

En su homilía, Valenzuela instó a los nuevos consagrados a practicar la solidaridad y la justicia, sirviendo siempre al pueblo, porque esa es la misión del diácono. Al referirse al tercer domingo de adviento que se celebró ayer, instó a los presentes, al igual que San Juan Bautista, a preparar una Navidad sin extorsión ni manipulación, porque urge una nueva sociedad más solidaria.

Valenzuela sostuvo que la humanidad está llamada a una vida de gracia y justicia, por eso Dios envió a su hijo al mundo.

Misión

Los diáconos permanentes pueden: administrar el bautismo, conservar y distribuir la eucaristía. Además, es su tarea portar el viático a los moribundos en nombre de la Iglesia Católica, asistir y bendecir el matrimonio, leer la Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo de Dios, así como presidir el culto y la oración de los fieles y servir en el ministerio de la palabra al pueblo de Dios. Pueden además administrar los sacramentales como ser el agua bendita, la bendición de casas, imágenes y objetos y por último presidir los ritos fúnebres y la sepultura.

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