Cargando...
En el piso 3 del Instituto de Previsión Social funciona el pabellón de Oncología Infantil, donde se tratan más de 30 niños y adolescentes de distintas edades.
Este año, a un total de ocho pacientes les tocó pasar la Navidad internados, recibiendo tratamiento debido a su delicado estado, sin embargo todos estuvieron acompañados por sus familiares, y en el día de Navidad, bien temprano también recibieron la bendición del arzobispo de la Santísima Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, quien destacó el valor de las familias unidas.
“IPS es un lugar privilegiado, primero por la estructura tan linda, el cuidado de las enfermeras, y principalmente por el cuidado de los padres de estos niños que no los dejan solos y siempre los acompañan, dándoles cariño. Hoy (por ayer) vinimos a brindarles una oración, porque la oración es la fuerza de la que nosotros disponemos para que estos niños recuperen su salud. Somos testigos de que muchos fueron mejorando luego de que vinimos a orar por ellos, y otros están evolucionando para mejor”, indicó.
Valenzuela resaltó la importancia de visitar a los enfermos. “Qué lindo es que nosotros llevemos a los enfermos ese saludo, ese cariño, esa cercanía, porque sin duda a través de nosotros obra Dios, ¡y qué importante es que en esa visita los enfermos recobren la salud, la alegría, el ser amado, el ser atendido! Por ello el mensaje que damos es que la Navidad no sea solamente para comer, beber o vivirla solo para nosotros, sino que también la aprovechemos para dar un gesto de solidaridad que puede ser de la familia con el abuelo o la abuela, con el tío o con los vecinos, y con los miles de enfermos internados en hospitales y sanatorios. Aprovechemos esta Navidad para brindar alegría y paz, y lo mejor de nuestro tiempo para que otros se alegren”, dijo el obispo.