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Miles de católicos participaron ayer de las 12 eucaristías que se oficiaron en honor de María Auxiliadora en su santuario (Don Bosco y Humaitá). En una de las misas, el arzobispo Valenzuela valoró a María Auxiliadora porque ayudó a los cristianos en distintas épocas y recordó que hoy los cristianos siguen siendo perseguidos en Oriente por el fundamentalismo islámico, que causa el martirio de millares.
De Occidente lamentó el avance del materialismo y del relativismo, para los cuales “ya no existen verdad, ni religión, ni principios morales que regulen la vida humana”. Agregó que el relativismo desconoce la ley natural y quiere cambiar constituciones para imponer leyes contra la vida, el matrimonio y la familia. “No hay cosa más aberrante que la ideología de género”, replicó. Agregó que a los cristianos les toca imitar a María Auxiliadora ante los grandes problemas que hoy aquejan al país: la pobreza de casi 20% de la población campesina e indígena. A ellos se suman, en Asunción, el 10% de los que están actualmente en los refugios, unas 21.000 familias damnificadas por la creciente del río Paraguay. “¿Somos capaces de pedir a las autoridades competentes la urgencia de solución de estas dolorosas situaciones sociales?”, se preguntó.
Recordó que nuestro país es bendecido por muchas riquezas naturales y más que nunca hacen falta respuestas a las familias carenciadas,
En la misa dedicada a los jóvenes, en horas de la tarde, el sacerdote salesiano Eusebio Lezcano criticó ayer a los ministros de la Corte Suprema de Justicia y de la Justicia electoral que privilegian a sus familiares con jugosos sueldos y llevan hasta a funcionarios públicos a su casa para tareas hogareñas (en alusión al ministro de la Corte Suprema Raúl Torres Kirmser). “Es una vergüenza que ocurran estos hechos”, fustigó.
En otras de las misas, el padre Nilo Zárate pidió a los cristianos mirar la realidad y comprometerse con las situaciones del mundo. “Un cristiano que dice no me meto en política porque es sucia está evadiendo la realidad. El cristiano debe ser misericordioso, es decir, poner su corazón en miseria para darle calor y levantar al semejante”, explicó.
Zárate dijo que la humanidad ha perdido el rostro de Dios, y que María invita a descubrir el rostro de Dios en la miseria, especialmente en los niños indígenas, en referencia a los nativos descalzos a unos pocos metros del santuario frente al INDI. “Hay que poner corazón en lo social, en lo político, redistribuir las ganancias y comprometerse con la transformación política del país; eso es misericordioso”, apuntó.