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Los anestesistas del IPS aseguran que el producto aplicado a la paciente Ignacia Cafasu (26), bupivacaína hiperbárica (de origen indio), era de baja calidad y que eso habría generado una reacción adversa que la llevó a la muerte. Por su parte, las autoridades de la previsional, paralelamente a que ordenaron la cuarentena del lote del medicamento, dicen extraoficialmente que el caso se trataría de una mala praxis de los especialistas, es decir, un error en la dosificación.
Cafasu recibió el medicamento el 16 de agosto pasado y tuvo la reacción 5 minutos después de recibir la dosis en el servicio de Traumatología del Hospital Central (durante cirugía por malformación del menisco). Horas después la paciente falleció. Pese a que los médicos culpan al anestésico, ninguno de ellos notificó a Farmacovigilancia del Ministerio de Salud sobre fallas en el medicamento, como dicen los protocolos. Cuatro días después, nuevamente en el Servicio de Traumatología, se dio otro caso. El paciente Bryan Gutiérrez (24) es inyectado también con bupivacaína durante una cirugía en la rodilla e inmediatamente tiene una reacción adversa al medicamento, que en ese caso fue mezclado con fentanilo, otro fármaco que se usa como anestésico, según un informe de la cartera sanitaria. Recién con esta situación los médicos hacen el aviso de que el producto tendría algún problema.
La bupivacaína hiperbárica, de la marca Buloc H, fabricada por el laboratorio indio Celón, representado en Paraguay por Prosalud Farma (representado por Christian Rienzi) es utilizado por el IPS hace ya tres años. El lote investigado por los casos mencionados entró en parque sanitario de la previsional a finales de junio de este año, luego de que el Departamento de Control de Calidad aprobara el producto, previo análisis (ver facsímil).
@danyabc