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“Nos sentimos muy contentas y agradecidas por la obra de la Fundación Banco de Alimentos, que ayuda a numerosas instituciones”, afirmó Maira Candia (17), quien es cuidada integralmente en el hogar Santa Luisa de Marillac. Ella fue voluntaria ayer durante la undécima Colecta Nacional de Alimentos, al igual que varias de sus amigas y compañeras de estudios: Tamara López (17), Mía García (14), María José Orué (17), Lissete Romero (17) y Luz Clarita Lazari (15), quienes aprovecharon la oportunidad para enviar saludos afectuosos a la hermana Candelas.
De esta manera agradecen la loable obra las 139 instituciones beneficiadas por una iniciativa que comenzó en Italia hace ya muchos años, y que en nuestro país rápidamente logró gran aceptación.
Los clientes de 145 supermercados adheridos a la Cámara Paraguaya de Supermercados (Capasu), y de numerosos grandes, medianos y pequeños almacenes del interior del país, se acercaron a dichos puntos comerciales, recibieron información por parte de voluntarios debidamente identificados y optaron por donar una gran variedad de alimentos no perecederos.
“La gente más humilde es la que más colabora”, definió uno de los voluntarios, Carlos Ardissone, quien subrayó que “es un momento interesante del mes; las personas acaban de cobrar su salario y tienen la oportunidad de donar”.
Romy Benegas, igualmente voluntaria y responsable de equipo en uno de los supermercados, destacó el profundo sentido humano de la colecta. “Es un amor muy grande por las obras sociales, y lo considero así más aún siendo yo creyente. Administramos mucha necesidad”.
Celebró la importante colaboración de activos jóvenes.