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Una larga cadena de gastos prioritarios hace que el mantenimiento del vehículo esté relegado en el presupuesto mensual de una familia o de un particular. Una luz rota no es urgente para el ciudadano común y la renovación de los documentos se realiza, en algunos casos, después del último día.
El no cumplimiento de los requisitos mínimos para circular es motivo de multas y, al hallarse en falta un automovilista, en ocasiones se genera un tire y afloje que usualmente termina en el pago de una “coima”, o lo que se conoce en la jerga como “un jornal sin boleta”.
Manejar sin licencia de conducir es considerada una falta gravísima y conlleva una multa de 20 jornales, es decir G. 1.275.560; manejar con este documento, pero vencido implica una multa de 11 jornales, G. 701.558.
El automovilista que no dispone del dinero requerido y no tiene intenciones de abonarlo en un futuro negocia con el oficial de tránsito el pago de un importe menor que beneficia al agente y al conductor, pero no a las arcas municipales.
Las multas deberían ser más bajas, para evitar que los automovilistas opten por sobornar a los agentes. Si los importes fueran accesibles, los conductores no tendrían problemas en abonar lo estipulado, en caso de cometer infracciones.
Sin embargo, para el jefe operativo de la Policía Municipal de Tránsito, Gustavo Cardozo, las multas son bajas y es por esto que persisten las infracciones en las calles. Señaló que en otros países existen hasta penas carcelarias, que también podrían ser aplicadas en Paraguay.
Consideró que en nuestro país es imperiosa la educación vial, ya que los automovilistas desconocen que circular sin habilitación y registro al día son faltas leves y que girar cuando el semáforo está en flecha roja es una infracción considerada como gravísima.
Expresó que la coima se produce entre el conductor y el inspector de tránsito. Es por esto que, según dijo, se están realizando varios cursos donde se muestra a los policías cuáles son las consecuencias de negociar con los automovilistas.
Consultado al respecto, sostuvo que impedir la coima no tiene un objetivo recaudatorio, sino es más bien para evitar muertes por accidentes de tránsito. Expresó que en el 2012 se produjeron 6.370 accidentes en Asunción y que en el año 2013 el número bajó a 5.774.
Cardozo dijo que es la Junta Municipal de Asunción la que debería reajustar los precios de las multas. La Policía Municipal de Tránsito de la capital cuenta actualmente con 300 agentes en distintos grados jerárquicos, desde inspector ayudante hasta inspector general.