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Al ritmo de villancicos navideños, niños, adolescentes, jóvenes y adultos que sufren secuelas de parálisis cerebral pudieron compartir el pesebre viviente, organizado por Griselda Rojas Abente, ayudada por las hermanas Carolina Segura y Estela Puente, de la congregación Siervas de la Divina Providencia, y con el apoyo de Grisel Riveros.
Tuvo a su cargo el momento de oración la hermana Carolina Segura, quien brindó los mensajes de paz y bienaventuranza, solicitando que Jesús llene los corazones de todos con mucho amor.
Luego rezaron el Padre Nuestro, para después entonar más villancicos y canciones.
Explicó Griselda Rojas Abente, quien es la directora del hogar Albino Luis, que agradece a todas las familias y empresas que se han acercado a visitar a los beneficiarios de esta obra.
Para la Nochebuena compartieron un menú especial, e igualmente tuvieron la oportunidad de recibir gratas y solidarias visitas.
En este hogar son 20 las personas con secuelas de parálisis cerebral que son cuidadas las 24 horas por diversos especialistas.
Diariamente reciben la atención de fisioterapeutas, cuidadoras, enfermeras y médicos del área clínica y pediátrica.
Todas ellas han sido abandonadas por sus familiares, y es por eso que es aún más necesario que puedan recibir visitas y compañía por parte de la gente.
Durante el año cuentan con el acompañamiento de escuelas y colegios, cuyos estudiantes acuden a visitarles en horas de la tarde. Es interesante saber también que muchas de ellas tienen la posibilidad de ser adoptadas, por amorosas familias que les quieran, cuiden, protejan, siendo recompensadas por más afecto. Teléf. 601-495.