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El viernes culminó la novena de la Virgen de Urkupiña y ayer, con un colorido desfile sobre la calle Palma –frente al Panteón–, miembros de la comunidad boliviana en Paraguay llevaron la imagen de su “mamita”, como llaman los nacidos en el país vecino a su santa patrona.
Dante Tito explicó que la imagen de la virgen permanece durante un año con una familia –que en los últimos 365 días fueron los Tito Cava– y, al final de la marcha, hicieron entrega de la representación de la patrona a los Choque Veliz.
El acto de ofrenda de la Virgen de Urkupiña se realizó al son de una bandita boliviana y al ritmo de la morenada, el tinku y el caporal, bailes típicos de las regiones de Oruro, del norte de Potosí, y de Cochabamba y La Paz, respectivamente.
Tito, quien estuvo acompañado de su esposa Carmen Cava, indicó que la fiesta de la virgen de Bolivia coincide con las festividades de la “mamita” de la capital paraguaya, Nuestra Señora de la Asunción.
Una cantidad importante de personas asistió al desfile y varios aprovecharon la ocasión para tomarse fotografías con los marchantes quienes estaban vestidos con ropas típicas de Bolivia.
Se estima que unas mil familias de bolivianos residen en nuestro país y la gran mayoría de ellas vive en las inmediaciones del Mercado N° 4, donde ofrecen prendas de vestir traídas desde su país natal.
“¿Dónde hay baches?”
Un grupo de aproximadamente 30 jóvenes se ubicó en la esquina de Estrella y Chile con carteles alusivos a la polémica consulta del exintendente de Asunción Arnaldo Samaniego, quien busca ser reelecto al frente de la Comuna.
Los jóvenes portaban carteles con la imagen de Samaniego y –en simultáneo– entregaban volantes en los que hacían notar las falencias de su administración.
En la esquina contraria, miembros del mismo grupo hablaban sobre las propuestas del candidato independiente –apoyado por el Frente Guasu–, Ricardo Meyer.