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Con cierto tono de resignación, dos vecinas dijeron ayer a ABC Color que de este problema ya hace un año y que cada vez que el artefacto señalizador se hunde, se ven obligados a poner otro. Explicaron que el problema se agrava con la falta de iluminación.
“Si viene un motociclista se puede caer ahí”, dijo una de las vecinas, quienes pidieron no ser identificadas.
Faustino Ramírez, quien vive hace 20 años en el barrio, testimonió que en el agujero caen muchos vehículos. “La gente del Gobierno debe atender esto porque va a haber accidentes que se van a lamentar”, vaticinó.
Cristian Rolón recordó que una tarde estaba con su familia en el patio y escucharon el impacto de un vehículo. Al salir, vieron que los vidrios del automóvil estaban totalmente rotos y, al momento de dirigirse hacia el conductor no pudieron socorrerlo porque huyó.
El gerente de alcantarillado sanitario de la Essap, Néstor Roa, dijo a nuestro diario que la empresa se encargará de reparar el agujero. Con esto se dará una solución parcial al problema.
Además del agujero, el pronunciado badén y el desmoronamiento progresivo del asfalto preocupan a los vecinos, quienes ya no saben a quién recurrir ante la inacción de las autoridades.