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Hace dos semanas aproximadamente, cuatro personas fueron despedidas de la empresa de limpieza Potî, propiedad de Alberto Palumbo, de forma injustificada. Reclamaron el pago de indemnización, pero la firma se niega a concederles lo que les corresponde. Señalaron que el empresario condicionó el pago a que levantaran la denuncia ante el Ministerio de Justicia y Trabajo. Los afectados ventilaron irregularidades, confirmadas posteriormente por otros funcionarios de la previsional, como la falta de protección personal. “Nosotros no teníamos equipo de protección personal. Estábamos en áreas delicadas y expuestos a rayos X e infecciones”, expresó una exempleada que se encargaba de la limpieza en el servicio de Oncología.
También referente a la mala distribución de residuos patológicos. “Las bolsas negras son para basura común, que se derivan a Cateura, y las blancas son para los residuos patológicos. El personal nuevo (contratado de Potî) mezcla los residuos y estos deben ser verificados”, explicó un funcionario.
Agregó que los que verifican no tienen ni tapabocas ni guantes y están expuestos a pinchazos de las jeringas y a infecciones. Este procedimiento debe realizarse obligatoriamente, ya que en caso de detectarse residuo patológica del IPS en Cateura, habría “serios problemas”.
Por otra parte, el personal permanente de limpieza del IPS es obligado a carpir bajo el sol. Algunos de los limpiadores tienen más de 20 años de antigüedad, son personas de avanzada edad y con complicaciones en la salud.
Por ese motivo son reemplazados por empleados nuevos, quienes no conocen las normas de la disposición de la basura, situación que obliga al personal más antiguo a verificar cada bolsa de residuos.
Sin injerencia
Ante esta situación, al ser consultado el administrador de los servicios tercerizados, Lic. Gustavo Hermosa, señaló que el IPS no tiene injerencia en el trato de la empresa con su personal, por lo que estas denuncias deben ser atendidas por el Ministerio de Justicia y Trabajo.
Hermosa, de profesión contador, afirmó que las empresas encargadas de la limpieza son controladas a través de diversos mecanismos, como informes a través de las jefaturas de los diversos servicios.
“Recibí informes favorables referente al servicio, que ahora está más limpio, pero nada referente a los uniformes y los días libres”, dijo.
Recalcó que su función es precautelar lo que establece el contrato, que esos detalles son entre el empleador y sus empleados. “La autoridad competente para dar una solución es el Ministerio de Justicia y Trabajo, nosotros no tenemos injerencia”, expresó. Sin embargo, el pliego de bases y condiciones (PBC), como parte de la composición de precios establece el detalle de la mano de obra, que contempla el pago de beneficios a sus empleados, además de los gastos indirectos y cargas sociales.
La previsional adjudicó por el servicio de limpieza a la empresa de Alberto Palumbo por un total de G. 51.514.000.519. El PBC es parte del contrato, por lo que la previsional está facultada en exigir el cumplimiento de las normas laborales, puesto que está contemplado como parte del precio ofertado.