A 50 años, el Colegio Estado de Israel se refunda

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Ante los nuevos avances tecnológicos y los nuevos paradigmas educativos, el Colegio Estado de Israel (CEI) abre sus puertas a toda la sociedad paraguaya. La institución enlaza la tradición con una formación personalizada de calidad. Es un centro bilingüe donde los niños ingresan al cumplir un año.

Un árbol de raíces muy fuertes que representa  la historia y la razón de ser abre sus ramas a ambos lados. Estas bifurcaciones acogen a personas, animales y plantas bajo el sol y las nubes. Plantar significa continuidad y por eso este ícono está en el logo del Colegio Estado de Israel.   

"Con esta refundación  vimos la necesidad de enriquecer nuestra imagen y por eso tomamos este árbol. Como institución estamos plantando raíces y bases en nuestros alumnos que luego van a ramificar de acuerdo a las características de cada uno de ellos y cada una de sus familias. Pero su importancia también está en acoger en este árbol a distintas personalidades", explica la Lic. Yael Fleichman, directora de la institución.   

El Colegio Estado de Israel nació cinco décadas atrás por una necesidad de las familias de tener un espacio de formación de la currícula oficial y también en todo lo que tenga que ver con el contenido y los valores de la tradición judía. "En la comunidad judía la educación es siempre muy importante, tanto la que se lleva a cabo en la familia como en la escuela. Por eso fue una iniciativa muy importante que fue creciendo con el paso del tiempo. Siempre estuvo ubicado en el centro por muchos años, porque allí vivían principalmente las familias de la comunidad y realizaban sus trabajos, el comercio", se explaya.   

Con el correr del tiempo -prosigue- la escuela fue reconocida entre las mejores a nivel nacional y en los últimos años se vio en la necesidad de reacomodar la propuesta educativa a los nuevos tiempos, a las necesidades geográficas de su ubicación, a la propuesta académica para seguir brindando una educación de calidad a sus alumnos. La institución es manejada por un consejo que responde a la comunidad y que es una entidad sin fines de lucro.   

En estas condiciones viene la refundación en el año 2009 cuando la escuela se traslada al barrio Herrera.   
  
Centro bilingüe

Uno de los primeros pasos en la refundación es la de convertirse en una institución bilingüe, con un programa de inglés muy ambicioso. Se enseña el idioma desde la sala de un año con inmersión en la lengua inglesa. "En el nivel inicial los niños se familiarizan con la segunda lengua, su pronunciación y entonación y alcanzan una comprensión global logrando comunicarse oralmente en situaciones cotidianas. En el nivel primario pueden utilizar la lengua hablada y escrita de modo que estén en condiciones de comunicarse tanto en la escuela como en otros espacios, leer y comprender textos".   

En este proceso de reformulación, el CEI cuenta con una alianza estratégica para tener el apoyo sistemático de la Escuela Tarbut Argentina, que capacita, brinda programas, audita y garantiza la calidad educativa. Tarbut es una de las mejores escuelas de Buenos Aires que ya está cumpliendo 40 años de presencia en la Argentina. Esta institución enseña también valores judaicos y aplica a títulos de bachillerato internacional dentro de las escuelas inglesas del grupo.   
  
Modelo novedoso

"Podemos decir que tenemos un modelo de escuela novedoso, pues incorporamos un programa tan en profundidad en todas las áreas de inglés, matemáticas o ciencias desde la sala de un año, que es otra de nuestras innovaciones", dice la Lic. Fleichman.   

La mayoría de las escuelas -afirma- comienzan recién en la sala de tres y en la sala de 4 en jardín en Asunción. "Nosotros comenzamos con una propuesta desde un año. ¿Qué significa esto? No es que los niños van a una guardería, sino vienen al colegio con actividades acordes a la edad, con música, juegos, con el desarrollo de la expresión plástica corporal y ya se están iniciando en ese camino que de a poquito vamos registrando, van a ir avanzando y tiene que ver con la continuidad del proceso educativo. Los chicos pueden ir ingresando a la sala de 2, de 3 y de 4. Estamos abiertos a todos ellos, pero los que vienen desde pequeñitos ya están en el camino de nuestra propuesta educativa", explica.   

En el CEI los grupos son reducidos, no más de 12 alumnos por aula, lo que hace que sean una propuesta verdaderamente exclusiva. "Una de nuestras premisas es que nosotros desarrollamos en los chicos la capacidad de aprender a aprender. Nosotros estamos en un mundo donde todo es cambiante. Entonces tenemos que brindarles a los alumnos las herramientas para que solos puedan recurrir a las fuentes que tienen, a su propio pensamiento y a sus conclusiones en clasificar y todo eso de forma autónoma, con la ayuda de docentes que son guías, facilitadores que los acompañan. A los chicos no vamos a dar nada servido, sino que ellos puedan hacer solos".   

Como ejemplo de la independencia y la autonomía citó que para el niño de un año puede ser enseñarle a tomar su yogurth con una cuchara y para un niño de primer grado puede ser leer la consigna solo y tratar de hacerlo sin preguntar constantemente a la maestra. Son niveles de autonomía distintos que empiezan desde muy pequeñitos. Todo esto implica la refundación.
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