500 niños estudian rodeados de basura

“Este es el único lugar de esparcimiento, no solo de los chicos, sino de toda la comunidad”, comentó Gloria Rivarola, coordinadora Pedagógica de la Escuela José María Bogarín en relación con la cancha de la institución educativa. El edificio de la escuela y su patio están en el borde de la “latona de basura” formada en la excantera del barrio Fátima.

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Los 500 alumnos que acuden al sitio estudian rodeados de los residuos que expiden fuertes olores. Además, deben soportar la existencia de alimañas, ratas y una gran cantidad de mosquitos, lo que representa un peligro cuando aparece el dengue.

“Es peligroso porque los chicos se quieren bajar”, indicó la maestra que mostró cómo el patio de la escuela está separado del matorral por apenas un tejido precario.

Algo peculiar es que en el sitio había un montón de bolsas cargadas con el logo de la Municipalidad asuncena. La “latona de basura” existe hace años en el barrio y autoridades no han encontrado soluciones al respecto. Unas 200 familias viven al borde de la misma, varias de ellas de forma irregular.

Miguel Arias, vecino de 76 años que nació en el sitio, recordó que se sacaban piedras negras de la cantera. Magín Aquino, poblador, criticó que cuando ellos se organizaron y compraron camiones de escombros para rellenar el lugar con el propósito de hacer una plaza, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible actuó al instante y frenó el proyecto. “Sin embargo, nunca movió un dedo en todos estos años para terminar con la basura que se echa al lugar”, dijo. 

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