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En todos los libros impresos, el MEC permitió que haya sistemáticos errores gramaticales, de sintaxis, de concordancia y demás, e incluso desajustes entre los libros. Por ejemplo, la página 31 de una guía docente tiene en teoría la respuesta del ejercicio de conversión de la página 22 del cuadernillo del cuarto grado, pero en esa página del cuadernillo se habla de fracciones.
Ayer el viceministro de Educación, Eduardo Cano, dijo que se trató de errores “de tipeo”, y a modo de justificativo argumentó que “estos materiales fueron adquiridos con donaciones de la Unión Europea, no se gastó dinero del contribuyente”.
En efecto, fueron más de G. 2.135 millones aportados por la Unión Europea para mejorar la calidad de la educación, pero que se utilizaron para imprimir libros con errores por demás importantes para los niños que, a la par que van aprendiendo matemática, deberían ir aprendiendo castellano.
Según el MEC, las guías docentes para el Primer Ciclo de la Educación Escolar Básica costaron G. 8.640 cada una y se imprimieron 21.100 unidades. Los cuadernillos para el primer grado costaron G. 3.426 cada uno y se imprimieron 100.700 libros. Para el segundo grado, los cuadernillos costaron G. 3.808 cada uno y se imprimieron 89.900 unidades. Para el tercer grado se imprimieron 85.600 cuadernillos a G. 3.434.
La guía docente para el segundo ciclo costó G. 11.213 cada una y se imprimieron 20.600 unidades. También se produjeron 82.000 cuadernillos para el cuarto grado a G. 2.959 cada uno; 85.800 cuadernillos para el quinto grado a G. 2.913 cada uno; y 86.600 cuadernillos para el sexto grado a G. 3.002 cada uno.
Debido a los importantes errores, ahora el MEC trabaja en una fe de erratas que deberá volver a imprimir para entregar a todos los docentes que trabajarán con MaPara.