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El Observatorio de Igualdad y no Discriminación del Centro de Documentación y Estudios (CDE) realiza un seguimiento a los casos de feminicidios.
La organización destaca en su informe una conducta recurrente de los presuntos autores que es el intento de quitarse la vida tras asesinar a sus parejas o exparejas. Además, indican, que de los casos registrados la mayoría involucra a uniformados de la Policía Nacional.
El registro de los casos, aclaran, fue elaborado con los criterios establecidos en el artículo 50 de la Ley 5.777 de Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de violencia y otros criterios institucionales, según el CDE.
“Todavía tenemos un subregistro o un registro deficiente de feminicidio. Los medios de comunicación hacen sus listas, el Ministerio de la Mujer hace su lista y las organizaciones civiles también. Lo interesante es que eso ayuda a que se crucen los datos y efectivamente, las instituciones públicas –en algún momento– mejorarán los datos”, explicó Fátima Rodríguez, consultora independiente y responsable de las listas que publica el Observatorio de Igualdad.
“Lo que sucede actualmente es que todavía la formación sobre la Ley 5.777/16 nos cuesta a todos, pero más les cuesta a los agentes del orden público. A inicios de año, un fiscal de San Pedro dijo en conferencia de prensa “es feminicidio para las feministas” y tuvieron que recordarle al fiscal que existe una ley que estipula el feminicidio en el Paraguay, y que rige para todos y no sólo para las feministas”, criticó Fátima Rodríguez.
Actualmente, el observatorio recoge 45 casos que podrían configurar feminicidio en el territorio nacional y 4 casos de mujeres paraguayas asesinadas en el exterior.
“Es muy importante aclarar que esta lista es preliminar y puede sufrir variaciones a medida que se van resolviendo o se van descartando, básicamente porque se construye a partir de publicaciones en medios de comunicación. Hay casos que a veces inicia como un feminicidio y luego se aclara que fue un robo, pero también hay casos que ingresan como suicidio y luego no se puede explicar que una persona se haya autodisparado 4 balazos y termina siendo un feminicidio”, refirió.
A inicios del año próximo, la organización terminará por procesar los datos.
Feminicidas
Rodríguez comentó también que existe una recurrencia al suicidio por parte de quienes asesinan a sus parejas.
“No tenemos procesados los datos de este año, pero por resaltar algunos, lo que sí procesé y comparando los 53 feminicidios del 2017, es que el 25% de los presuntos autores intentó suicidarse y la mayoría logró acabar con su vida. Tres no fallecieron y terminaron en la cárcel”, señaló.
La consultora agregó que “otro dato llamativo es que a las mujeres de clase media alta, por describirlo de esa manera, cuando son víctimas de violencia y feminicidios, son acusadas de drogadictas y en el caso de las mujeres de escasos recursos, ni siquiera aparecen como feminicidios en los registros oficiales, sea porque tenían antecedentes o porque nadie les reclamó”.
Comentó que sucedió con una chica encontrada desnuda en un arroyo en San Lorenzo, así como con un mujer indígena en Amambay”, finalizó Rodríguez.