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El caso de Cases Monges evidencia que los ministros de la Corte manejan a su antojo el dinero público y las designaciones de los funcionarios, para participar en congresos internacionales.
En mayo pasado, la secretaria del Consejo de Superintendencia viajó del 18 al 20 a Nueva York, para participar del 15° Periodo de Sesiones del Foro Permanente para Cuestiones Indígenas. Para ello, la Corte le asignó un viático de G. 9.510.864.
Lo grave del hecho es que el foro sobre cuestiones indígenas nada tenía que ver con las funciones de Cases Monges en el alto tribunal.
El trabajo de la funcionaria es participar de las reuniones del Consejo de Superintendencia, que está integrado actualmente por los ministros Alicia Pucheta, Raúl Torres Kirmser y Miryam Peña, quienes precisamente fueron los que la favorecieron con el viaje y autorizaron el jugoso viático para la funcionaria.
Cases Monges, además, consiguió el visto bueno de los tres ministros para pasar de Nueva York a Washington DC, para participar del 22 al 25 de mayo, de la 21ª Edición del Concurso Interamericano de Derechos Humanos. Por los tres días percibió para sus gastos G. 11.187.600.
La otra funcionaria privilegiada que viajó junto con la secretaria del Consejo de Superintendencia fue Nury Montiel, directora de Derechos Humanos del Poder Judicial. Llevó el mismo viático que Cases Monges para los dos eventos.
Las otras directoras que salieron al exterior en mayo pasado fueron Rosa Lucía Santacruz (del área financiera) y Gabriela Talavera, de Propiedad Intelectual.
Todas gozarían de la protección de algunos ministros de la Corte Suprema.