Cargando...
El juez penal de garantías de Caaguazú Uvaldo Aquino, sigue sin ser procesado por cohecho pasivo (coima), porque los jueces de esta zona del país se excusan con argumentos no previstos en la ley.
La mayoría de los jueces no aceptan procesar a su colega porque alegan que son “compañeros de trabajo”, “hicieron cursos de especialización juntos”, y otros motivos que no están previstos en el ordenamiento jurídico.
Por su parte, la Corte Suprema que preside la ministra Alicia Pucheta, no ordenó aún la realización de una auditoría para investigar la vergonzosa dilación en esta causa.
Los fiscales Martín Cabrera y Alfredo Mieres imputaron por cohecho pasivo al juez Aquino el 16 de noviembre pasado, cuando el magistrado cayó con US$ 30.000, producto de una coima que había solicitado a un abogado para que no le trabe su regulación de honorarios.
Ayer la jueza penal de garantías de Caaguazú, Sandra Porto Varela, impugnó la inhibición de su colega Carlos Zelaya, quien se había excusado la semana pasada.
Ahora será la Cámara de Apelaciones la que debe resolver la impugnación. Habría que ver si en esta ocasión los camaristas deciden igualmente apartarse del caso de coima.
No aceptaron procesar a su colega Aquino los jueces penales de garantías de Caaguazú Antonio Duarte, Ángel Baranda y Juan Oviedo, con la excusa de que “son compañeros de trabajo”.
De igual manera actuaron los jueces de sentencia de Caaguazú Julio César Solaeche y Mario Estigarribia para no aceptar intervenir en el proceso por coima que enfrenta su colega Aquino.
El abogado Andrés Catalino Ayala López, víctima del pedido de coima por parte del juez Aquino, había relatado a nuestro diario la manera en la que este magistrado lo humilló para requerirle parte de sus honorarios profesionales.
“Si vos querés tu resolución (de regulación de honorarios) vas a tener que pagar”, le coaccionó el juez al abogado.
Ayala López dijo: “Fue una humillación espeluznante, hice como 600 viajes a Caaguazú. No tengo “caballo” político. Él me señaló con el dedo y me dijo: ‘me entregás el dinero o si no rompo la resolución’”.
El juez Aquino le empezó pidiendo US$ 150.000 para luego bajar la coima a US$ 30.000. La entrega del dinero fue filmada por la Fiscalía.