Cargando...
Los encargados de vender estos platos también son internos del penal, que explotan un kiosco con autorización de las autoridades penitenciarias.
Los internos “pasilleros” aseguraron a nuestro diario que para ellos es imposible comprar un plato de comida, por lo que piden a las autoridades del penal y del Ministerio de Justicia que adopten las medidas para mejorar el almuerzo y la cena.
Es necesario revisar si los víveres que Justicia adquiere llegan en su totalidad a la cárcel de mayores. Hay fuertes sospechas de que no.