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El estudio elaborado por la Dra. Carmen Sánchez de Molina, coordinadora de la UDP II, revela que entre el 13 de enero y el 20 de noviembre del año pasado, la referida unidad registró un promedio de 13 pacientes por mes, de los cuales el 65,2% son nuevos.
Este dato da cuenta de la expansión de la droga en nuestra sociedad, sin que hasta la fecha el Estado se haya ocupado de ampliar el servicio destinado a asistir esta problemática. Desde su habilitación en el año 2009 hasta la fecha, la unidad sigue contando con las mismas 15 plazas para todo el país, número que se ha sobrepasado en mucho con relación a la demanda existente.
El Centro Nacional de Control de Adiciones cuenta además con una Unidad de Desintoxicación para Adultos, igualmente con 15 plazas. Hay una obra inconclusa en el predio, que sería para la Unidad de Desintoxicación III, para adolescentes de 15 y 17 años, que no tienen cabida en las otras dos existentes.
El estudio revela otro dato sumamente preocupante, pues el promedio de edades registra a niños consumidores de drogas desde los 9 años de edad.
El 86,8% de los pacientes son varones y contrariamente a lo observado en años anteriores, solo el 26,3% son niños en situación de calle, es decir, el 73,7% de los pacientes son chicos que viven en un ambiente familiar. Sánchez advirtió que ello no se debe a una disminución del consumo de drogas en calle, sino a que los niños no acuden al servicio.
Violencia y delincuencia
“El 11,1% de los jóvenes ingresados en la UDP II poseen órdenes judiciales de los cuales el 56,2% es por robo agravado y solo el 18,5% por medida cautelar de protección. Esto nos demuestra el grado de violencia en los usuarios de droga. El 15% por tenencia y el 18% por violencia intrafamiliar”, indicó.
La Dra. Sánchez constató además, que el 97,9% son policonsumidores, es decir, consumen más de dos sustancias tóxicas, lo cual conlleva a mayor deterioro físico y psíquico del adicto.