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Martínez, de 17 años, fue ultimado de un balazo el 13 de enero de 2008, mientras observaba una pelea entre su hermano y Mendoza. El crimen se produjo en el centro de San Bernardino, en la calle, luego de un roce de vehículos de los jóvenes.
En el juicio oral el Ministerio Público solicitó 11 años de prisión, pero el tribunal lo sentenció a 3 años y 8 meses.
El fallo de primera instancia, dictado por la jueza María Angélica Calvo, condenó a Mendoza al pago de una indemnización de 597.299.084 guaraníes, más interés del 2,5% mensual desde el día del crimen, en concepto de daños y perjuicios.
La defensa apeló el fallo, tras alegar que ya había llegado a un acuerdo extrajudicial con el padre, a quien acordó resarcir con G. 400 millones.
Los camaristas Juan Carlos Paredes, Gerardo Báez Maiola y Linneo Ynsfrán destacan que el acuerdo se refiere a acciones del fuero penal y, además, ni siquiera hay constancia de que se haya efectivizado, por lo que se considera inexistente.
Daño moral, lucro cesante y daño material son los conceptos por los cuales se debe resarcir, según el fallo.
“(...) la vida humana, como valor afectivo familiar, también es susceptible de apreciación económica porque, si bien su pérdida es irreparable, la desgracia tiene que ser paliada de alguna forma y no a modo de reparación sino más bien como una compensación (...)”, argumenta la Cámara.