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El inventario de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) del arsenal encontrado en una casa del barrio Villa Aurelia de la capital, perteneciente al padre ya fallecido de Carlos León pero que era habitada por la joven pareja también detenida (Ferreira y Torres), revela que solamente en armas hay un valor estimado de medio millón de dólares.
Entre los materiales bélicos más poderosos detectados están los dos fusiles antiaéreos, calibre .50, que ni siquiera la FTC está autorizada a utilizar en sus operaciones contra los grupos criminales EPP y ACA.
También se halló una granada de mortero calibre 81 mm y de alto poder destructivo, así como una inusual y sofisticada subametralladora calibre 5.7 mm, conocida en Brasil como “matapolicías” debido a que sus afilados proyectiles atraviesan fácilmente los chalecos antibalas. Esta codiciada arma generalmente escasea hasta en el mercado negro de la región.
En cuanto a explosivos, el equipo de investigación confirmó que había suficiente material como para hacer volar grandes e importantes edificios.
No sabe cómo llegaron a la casa
El abogado del empresario Carlos León, el exjuez Andrés Casati, declaró ayer estar asombrado por las aseveraciones de los organismos de seguridad, que sindican a su cliente como un eslabón importante del crimen organizado.
“Es un empresario del rubro de importación legal de armas, y ellos (funcionarios) tienen conocimiento por ser antiguos clientes de él”, dijo en alusión a las casi 30 licitaciones que ganó la firma Comtecpar SA en los últimos años, para la provisión de equipos de seguridad a instituciones del Estado.
Sobre el origen de las armas prohibidas encontradas, Casati explicó que León “manifiesta que esas armas no son de él y no sabe cómo llegaron a la casa”.
El abogado indicó que no se explica cómo es que la Fiscalía califica el hecho como tráfico, ya que no hay indicios de que esas armas se fueran a vender, porque simplemente estaban depositadas en el lugar intervenido.
Finalmente, Casati mencionó que su cliente está abierto a colaborar. Fue ayer, después de que los tres procesados comparecieran en el Palacio de Justicia.