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La versión de que el Primer Comando da Capital (PCC) querría ejecutar otro golpe en el lado paraguayo se sustenta en que los 11.720.255 dólares robados de la sede de Prosegur de Ciudad del Este, supuestanemente, habrían resultado insuficientes para cubrir la “inversión” que hizo la banda para llevar a cabo el golpe y además para repartirse entre todos los integrantes del grupo que participaron directa e indirectamente en el histórico golpe.
Una estimación de la Fiscalía paraguaya supone que el PCC gastó unos 2 millones de dólares para ejecutar el asalto a Prosegur, entre la compra de armas, municiones, equipamientos, vehículos y hasta sobornos.
Entonces, la “ganancia” neta del PCC, cubriendo esa “inversión”, fue de casi 10 millones de dólares, a los que otra vez hay que descontarles los un millón y medio recuperados por la Policía Federal brasileña.
Así, el dinero con el que se habrían quedado finalmente los marginales orillaría los 8 millones de dólares.
Esta cifra, en teoría, tendría que haber sido repartida entre los 50 hombres y mujeres que participaron directamente en el cinematográfico golpe en Ciudad del Este (30 atacaron Prosegur y 20 tomaron la ciudad).
Asimismo, se sospecha que como aparentemente hubo un informante desde adentro de Prosegur, este y sus demás cómplices también tuvieron que haber recibido su parte por el “trabajo”.
En síntesis, entre el grupo que materializó el asalto y los elementos de apoyo logístico, se cree que al menos 100 personas estuvieron involucradas. El cálculo vago que hicieron las autoridades fronterizas, tanto de Paraguay como de Brasil, es que entonces los asaltantes de Prosegur pudieron haber recibido solo 80.000 dólares cada uno.