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La audiencia fue pospuesta para el próximo jueves a las 08:30.
González estuvo asistido por el abogado Rafael Ramírez, quien pidió la suspensión de la audiencia alegando que su cliente se sentía afiebrado.
González está imputado por los delitos de lesión de confianza, apropiación y hurto agravado, por lo que se expone a una condena de 10 años de cárcel.
El guardia se entregó a la comisaría de Arroyo Seco, dos días después del robo y en aquella ocasión aseguró a la prensa que el monto robado no superaba los G. 600 millones y que de dicha suma solo tomó G. 800.000.
Dijo que el resto lo repartió en zonas marginales de la capital, San Lorenzo y Ñemby, por lo que se lo llegó a comparar en las redes sociales con el héroe de leyenda Robin Hood.
Sin embargo, el dinero habría sido doblemente robado por un grupo de policías, en un hecho que salpicó a jefes policiales.
El dinero fue sacado de la casa de Basilicio González, padre de Carlos, ubicada en Pa’i Ñu de Ñemby. El guardia estaba cumpliendo funciones desde hacía unos diez meses en la empresa Prosegur, hasta que el 19 de abril en plena tarea de recolectar el dinero, abandonó a sus demás compañeros frente a la empresa Essap.
Tomó el camión blindado y se dirigió al barrio Pilar de Asunción, donde a las 18:00 aproximadamente dejó el transporte y huyó con bolsas repletas de dinero.
El abogado José Domingo Almada, representante legal de la empresa de vigilancia, realizó la denuncia.