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El crimen de los guardias Jorge Sosa, oriundo de Yby Yaú, y Cristian Dávalos, quien residía en Arroyito, fue perpetrado en la mañana del jueves 27 de febrero pasado en un monte de la estancia “Agüerito” de la localidad de Cuero Fresco, distrito de Horqueta, departamento de Concepción.
El lugar donde fueron emboscados los vigilantes se halla situado a 5.300 metros de una caseta de la hacienda que ya había sido tomada por asalto por el EPP, a 3.200 metros del cauce del río Aquidabán y a 8.000 metros de la Ruta V “Gral. Bernardino Caballero”, a la altura del kilómetro 84.
El mortal ataque ocurrió a solo 14.000 metros del casco central de la estancia “María Auxiliadora”, también conocida como “Macchi Cue”, al otro lado de la Ruta V, que había sido atacada por el EPP un día antes, el 26 de febrero.
Según habían declarado los dos guardias que sobrevivieron, sus compañeros fueron recibidos a tiros cuando patrullaban el monte en busca de abigeos.
Sin embargo, un informe forense revela que los dos guardias en realidad murieron a consecuencia de heridas punzantes y que presentaban hematomas, como de una pelea.
Efectivos de Antisecuestro sospechan entonces que los custodios fueron atacados por integrantes de la facción denominada “Segundo Cuerpo” del EPP, liderada por los hermanos Jara Larrea, quienes prefirieron torturar y herir con estoques a las víctimas para evitar desatar un tiroteo y delatar la localización de su guarida.
Esta sospecha se fundamenta en que el 6 de noviembre de 2013, los delincuentes perpetraron un crimen idéntico, el del agricultor Del Rosario González Acosta (56), quien fue emboscado, torturado y ultimado a estocadas en su chacra de la localidad de Tacuara, distrito de Horqueta, departamento de Concepción, a solo 15.000 metros de donde murieron los centinelas.
Supuestamente, Del Rosario fue eliminado por sus vecinos, los hermanos prófugos Albino y Alfredo Jara Larrea, líderes de la citada facción del EPP, porque brindaba datos a la Policía.
Aunque el caso no tuvo mucha repercusión inicialmente, una investigación policial determinó posteriormente que, efectivamente, se trató de otro crimen del grupo armado.