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De acuerdo con los documentos, una carpeta investigativa caratulada como “Operativo Berilo” contiene 3.723 audios, mientras que la otra de la misma carpeta, pero titulada “Guardián”, tiene 12.570 comunicaciones.
Los contactos telefónicos realizados a través de los teléfonos celulares confiscados revela las constantes comunicaciones que mantenía Cucho con varias personas. Algunas de ellas trabajaban para él, pero que también vinculan en el esquema a políticos, fiscales y otras figuras de Alto Paraná, como el diputado colorado del movimiento Añetete Ulises Quintana y el fiscal Gustavo Yegros.
En una de las conversaciones desgrabadas, Cucho le pregunta a un secretario suyo de apellido Rodríguez por qué esa gente no quiere dar el número del contador. El indagado le responde que le pidió el número pero que no quiso darle, que este le dijo que ya habló con su abogado y que tiene que ser con ellos.
Cabaña le pregunta después con quién habló y Rodríguez le dice que conversó con Oscar “Pantula”, quien según fuentes sería Óscar Adrián Monges.
El presunto narco le expresa que él mismo va a llamar a Pantula, y Rodríguez le pregunta, ¿dónde está la plata?, y le responde que está en Oviedo, que le llamó ya al diputado (refiriéndose a Quintana).
El audio revela también que Rodríguez le dice a Cabaña que “ya está todo solucionado” y este le dice que fue su idea, que tiene que pagar 5.000 (serían dólares americanos), que tuvo que poner esa pauta porque querían US$ 10.000. Agregó que le van a dar US$ 5.000 a la Policía y que él dio la idea de dejar 19.000 dólares, llevar 166.000 y ofrecer otros 5.000, y que ahora recién “okaru” (refiriéndose a que llegaron a un acuerdo).
La conversación también menciona, entre otras cosas, sobre la situación de Diego Medina Otazú, quien estaba retenido por la Policía en Nueva Londres mientras trataba de negociar la liberación de los 190.000 dólares.