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Es lo que insinuaron ayer los agentes de Investigación de Delitos, quienes en un trabajo conjunto con sus pares del departamento Contra Delitos Económicos y Financieros lograron finalmente recuperar el arsenal y detener, de momento, a dos involucrados.
El grave suceso fue denunciado el viernes de madrugada, cuando Javier Ibarra notó que el ventilete del techo de la camioneta blindada fue violentado y que de adentro del rodado desaparecieron su fusil M4 y su subfusil Famae, así como un fusil Galil y una pistola Glock de la Policía Nacional y que utilizan sus custodios.
El rodado estaba estacionado frente a la casa de la madre de Ibarra, en San Lorenzo.
La primera hipótesis hablaba de que se trataba de una banda que se encargó de vigilar al viceministro y que tenía claro cuáles eran los objetivos del atraco: las armas de guerra.
De hecho, el mismo Ibarra dijo que sería muy improbable que se trate de una banda de delincuentes comunes, ya que él no iba muy a menudo a la casa de su madre, lo que acentuaba las sospechas de que lo vigilaban.
Pero, con el inicio de la investigación, esa misma tarde los agentes ya atraparon en Fernando de la Mora a Alfredo Martínez Zárate (23), quien contó que el que le envió por WhatsApp la foto de la pistola robada era el fugitivo Richard Ramón Rodríguez Ojeda (36).
Finalmente, la esposa de este último entregó voluntariamente el arma corta.
Ante esta situación, los investigadores de ambas unidades policiales conectaron las pistas y dedujeron que el que rompió el ventilete de la camioneta es el también conocido “tortolero” Arsenio Erico Alvarenga Sosa (23), cuya abogada lo presentó ante la justicia y también ayudó a localizar los tres fusiles, en la Chacarita, según los efectivos intervinientes.