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La jueza Narváez, presidenta del Tribunal, manifestó que se pudo comprobar gracias a testigos y a pruebas presentadas como la ubicación de los celulares tanto de Campuzano como de la víctima, que ambos estuvieron juntos cuando se produjo el asesinato.
Se comprobó también que la muerte de la mujer fue por asfixia mecánica y no por traumatismo de cráneo y fractura cervical, como había diagnosticado el forense Nelson Fernández. Según mencionaron, la necropsia realizada al cadáver fue determinante para demostrar ese hecho.
Narváez indicó que Campuzano no demostró arrepentimiento por el hecho, además de calificar de deleznable su conducta para deshacerse del cadáver de la mujer.
El fiscal que investigó el caso, Juan Daniel Benítez, expresó su conformidad por el fallo del Tribunal, en tanto que el abogado del acusado, Leoncio Bernal, anunció que analizarán si recurren o no el fallo.
Antecedentes
Zeneida Núñez Colher fue hallado muerta en Itacurubí de la Cordillera, en el cauce del arroyo Amambay de la zona el 16 de marzo de 2012, 24 horas después de que se reportara su desaparición.
En un principio, el marido de la víctima, Omar Vera, fue sindicado como el principal sospechoso. Fue arrestado, imputado por homicidio doloso y remitido a la cárcel de Tacumbú, ante el asombro y la consternación de sus familiares, quienes defendían su inocencia.
Pero la investigación dio un giro, cuando el 19 de marzo de ese año se produjo la captura en Hernandarias de Hugo Ricardo Campuzano Benítez, un supuesto amante de la víctima, quien confesó el crimen y de Luis Gilberto Morínigo, un mecánico que admitió haber vendido el automóvil Kia Rio negro de Zeneida en Foz de Yguazú.