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La víctima fue el vicesargento 1º Diego Arias, de 27 años. El ataque de la serpiente se produjo alrededor de las 18:30 del domingo.
El patio del destacamento era objeto de limpieza por parte del personal militar allí comisionado, cuando sorpresivamente Arias fue mordido por la mbói chini. Tenía puestas sus botas de cuero, pero luego se comprobó que uno de los dientes de la víbora rompió el calzado y logró inyectar su veneno.
Su compañero intentó acercarse a Arias, quien quedó tendido en el suelo, pero también fue atacado por el ofidio aunque logró evadirlo. Llamó la atención que no tuvieron la “advertencia” previa de los anillos de la mbói chini sonando.
En comunicación radial con el fortín Lagerenza informaron del grave accidente e inmediatamente una camioneta se dirigió al sitio llevando a un enfermero con dosis de suero antiofídico polivalente. Se le inyectó uno en el mismo destacamento, otro en camino de regreso y finalmente una tercera dosis cerca de las 2:00 de la madrugada de ayer.
A lo largo de la noche, el enfermero del fortín mantuvo una constante comunicación telefónica con el equipo de rescate para recibir orientación.
La oportuna intervención con suero antiofídico y la rápida evacuación aeromédica permitieron salvar la vida del militar. Fue llevado e internado en el Hospital Militar de Asunción.