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A las 2:30 de ayer, presuntos narcos llegaron hasta la casa del expolicía Guido Florentín Franco, situada en el barrio San Roque de Santa Rosa del Aguaray y abrieron fuego para luego escapar del lugar, no sin antes dejar un escrito aclarando que el hecho era solo una advertencia. El exuniformado estaba en el interior de la vivienda en compañía de su esposa e hijos al momento de registrarse el ataque.
Tras lo ocurrido intervinieron efectivos policiales de la comisaría 18ª de Santa Rosa del Aguaray, del Departamento de Criminalística, quienes levantaron 19 vainas servidas calibre 12 y 37 casquillos calibre 9 mm. Los tiros destrozaron los cristales de blíndex del domicilio, como también un rodado que estaba en frente.
En el predio también se halló una carta en la que advirtieron que tendrán otra “visita” si no se solucionan en 24 horas la cuestión de las mercaderías de 100 y 40 kilogramos. En la misma nota, también amenazan a un tal Guillermo y a “Tincho”.
Más tarde, fue detenido como presunto sospechoso Sergio Denis Arzamendia, hermano del prófugo César Arzamendia, quien había sido rescatado por un grupo comando del hospital de San Pedro del Ycuamandyyú. Esa vez, el custodio que lo llevó al nosocomio fue despojado de su arma reglamentaria.
Según datos policiales, el detenido trasladó en un rodado a dos sujetos de Curuguaty (Canindeyyú) para el ataque. En los antecedentes figura que Florentín fue dado de baja por tener presuntos vínculos con el narcotráfico y exigir coimas.