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Así declaró el padre de la víctima durante el segundo día de juicio al comisario Jorge Zárate y al suboficial Jhonie Orihuela, acusados de realizar un procedimiento donde Richar Pereira recibió un disparo que lo dejó en silla de ruedas.
La víctima del hecho detalló ante el tribunal de sentencia cómo fue aquella madrugada del 13 de agosto de 2016. “El suboficial Orihuela, descendió de la patrullera, me pidió que me arrodille. Añadió que luego le agarró de la campera y de un tirón le tiró al suelo.
“Ahí siento el disparo. El comisario (Zárate) da la orden para que me suba a la patrullera, el suboficial me agarra y le dije que no sentía mis piernas, me arrastraron aproximadamente tres metros, luego Orihuela y Zárate me alzaron en la patrullera, me tiran como bolsa de papa en la carrocería”, afirmó la víctima.
También explicó que el suboficial Jhonie Orihuela agarró su mano y efectúo dos disparos para montar un enfrentamiento.
Richar habló que una semana antes del hecho policías de la comisaria cuarta ya lo habían detenido argumentando que supuestamente tenía un auto robado. El testigo Isabelino Martí ratificó esa versión y dijo que solo “querían coimear”, indicó.
El padre de la víctima contó que cuando fue al hospital a ver cómo estaba su hijo, el nosocomio estaba lleno de policías y que uno de ellos se acercó a decirle que tenía que denunciar el hecho a la Fiscalía porque estaban por “cocinar” el caso de su hijo.
Manifestó que el abogado Farid González, defensor de Zárate le ofreció 200 millones para conciliar pero con la condición de que retire la denuncia en contra de su cliente.