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El material periodístico se refería a la visita del viceministro de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, el colorado Juan Francisco Villalba Ydoyaga, al intendente de la ciudad amambayense de Capitán Bado, el también colorado Denilso Sánchez Garcete, quien por su lado es hermano de Chicharõ.
“No soy administrador en Paraguay de la organización internacional dirigida por el capo brasileño apodado Cabeza Branca, tampoco conozco al señor Cabeza Branca, no tengo ningún vínculo familiar, amistades”, dice una parte del escrito remitido a nuestro diario con el patrocinio de su hermano, el abogado Ardonio Sánchez Garcete.
Coincidentemente, los tres hermanos: el intendente Denilso, el abogado Ardonio y el recurrente Chicharõ están a punto de afrontar un juicio por asociación criminal y lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
En otro punto de su nota, Carlos Rubén Sánchez Garcete refiere que “nunca tuve condenas por tráfico de drogas, tanto en Paraguay, Brasil, Uruguay, Argentina, Estados Unidos, Chile, Bolivia y cualquier otro país”.
Sin embargo, el propio Chicharõ reconoce en su réplica que la condena que tuvo en Brasil “no es por tráfico de drogas, y sí por lavado de dinero”.
“Gozo de la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario en un juicio en donde recaiga condena o sentencia firme y ejecutoriada, en que diga que fui condenado y se demostró la culpabilidad por tráfico de drogas o cualquier otro hecho punible”, añade el documento.
Carlos Sánchez fue diputado suplente por Amambay en el periodo legislativo anterior, en una lista cuyo titular era Marcial Lezcano Paredes. El hermano de este, el narcopolicía Águedo Ronaldo Lezcano Paredes, había sido apresado en 2013 con cocaína, pero quedó impune.